jueves, 19 de marzo de 2015

Comparativa Citroën C15 vs. Berlingo

Queridos lectores. 
Hoy les traigo la versión digital de un pequeño estudio que rondaba por una libreta desde hace muchos años. Es por ello que trato de dos vehículos que ya no están en producción. Tanto que me ha resultado difícil encontrar fotografías adecuadas especialmente de la berlingo '96, ya que la siguiente versión tuvo mucho mas éxito aún y casi hizo olvidar la versión "de faros pequeños".
Verán que en cuanto a la C15 estoy bastante enterado de primera mano. Aún me duele la espalda de pensar en aquellos asientos. Recuerdo mi espanto con los frenos la primera vez que llevé una (de las primeras series, mi unidad carecía de servo freno ¿?) y lo agradable que resultaba en comparación la versión del 2002 aunque producía sordera temporal en todo viaje superior a los 300Km. Por muy bien construida que estuviera, pasado el año 2000 resultaba de un anacronismo aplastante.


El éxito o el fracaso de un nuevo modelo de automóvil es siempre una incógnita a la que todos los implicados en su fabricación se deben enfrentar.
La apuesta es terriblemente arriesgada. La empresa debe gastar millones en dinero y horas de trabajo antes del nuevo lanzamiento.
En este trabajo pretendo hacer un análisis comparativo de Diseño entre el modelo saliente y el nuevo, la furgoneta Citroën C15 y su presunta sustituta, la Citroën Berlingo 1996, ambas acogidas con un gran éxito de ventas en el mercado español. No voy a entrar  en cifras ni estadísticas. Tampoco en descripciones exactas de todas las variaciones. Para eso hay otros foros y enciclopedias si alguien quiere hacer un análisis matemático o financiero de este caso de éxito y supongo que la propia empresa tiene personal que se encarga de ello.
Lo mío es tan solo un análisis formal de las versiones mas extendidas, las que nos vienen a la memoria cuando pensamos en tales vehículos. Elegí la versión Mixta (carga/pasajeros) por ser la mas representativa de este tipo de furgonetas y en la que más se juega la baza de la estética por encima de la función pura.


            La C15 fue un modelo básico derivado estéticamente del Visa de los años ’80 con el que comparte un gran número de piezas. En su momento fue lanzada en solitario por la casa Citroën. Las condiciones del mercado y de la competencia han cambiado muchísimo, así como también las condiciones socio-económicas del cliente tipo en España.
La Berlingo se creó en cooperación con Peugeot y tras la experiencia de colaboración común de otras furgonetas con el grupo Fiat. Estas colaboraciones y la firme respuesta de la competencia por parte del grupo Volkswagen, Renault y Mercedes Benz, han llevado a la madurez el concepto europeo de vehículo de transporte ligero, tal vez en este momento el mejor desarrollado y competido del mundo.
Todos estos cambios de circunstancias llevaron a la casa Citroën a arriesgarse en un modelo radicalmente nuevo, preparado para competir con las mejores características, pero, ¿Entendería el público la necesidad del cambio?
Se arriesgaban a matar a su vaca sagrada, que se había convertido en un superviviente un tiempo pasado, pero muy apreciado por su honradez.
Si alguna palabra puede definir a la C15 es esta, honradez.
 Sencilla y modesta, nunca fue bonita. Es más, recuerda a la furgoneta derivada del 2Cv (Acadiane) y en todos los aspectos fue siempre una puesta al día de tal concepto sin mas pretensiones, pero robusta, duradera, capaz de arrastrar cargas que podrían doblarle el chasis y con mas agilidad de la que cabría esperar. Se llegó a publicitar como prácticamente exenta de mantenimiento y no era del todo falso. Es la penúltima de una época en la que se cortaba un turismo por la mitad y se le añadía una débil caja de chapa y una suspensión traicionera en vacío. Pero algo hicieron bien. De alguna manera mucho mejor que el resto. Su guiado es fácil pese al gran ancho de la parte trasera y la gran distancia entre ejes. Es virtualmente imposible de volcar. El chasis es duro como las rocas y la chapa también. Incluso es difícil ver una corroída por el óxido, verdadera peste de su antecesora. Cuenta con muchos elementos muy congruentes con la robustez del conjunto, desde los faros mas o menos bien protegidos los delanteros a los retrovisores. Muchos de estos elementos recuerdan soluciones de ingeniería vistas en vehículos militares. No hay un tirador permanentemente roto ni una antena colgando. La calidad es homogénea. La única pega se podría poner en los costados de los faros traseros, que aparecen rotos en casi todas, pero sin que esto afecte a su correcto funcionamiento. Su asiento trasero con capacidad real de meter cuatro pasajeros al ancho es destacable aunque nunca lo homologaron de este modo. Existió una versión eléctrica y colocaban las baterías al ancho en esta zona. En esta furgoneta puedes llevar por la mañana a las ovejas y por la tarde a tu familia en condiciones de dignidad tras una simple limpieza. Hereda en ello también el espíritu agrícola del 2Cv. No era infrecuente encontrar una hormigonera y varios sacos de hormigón dentro de una.
Con la Berlingo se intentaba otra cosa completamente diferente. La competencia ya no estaba tanto en el multiuso como en la especialización. El interior se dignificó enormemente. Los cambios normativos sobre seguridad tuvieron mucho que ver y la mejora en los motores, de la que también se aprovechó la C15 permitía pensar en radios de alcance mayores y a velocidades de crucero muy superiores. Se acabó el coche de Gas-oil que se queda sin velocidad en todas las cuestas.
El planteamiento de ergonomía también evolucionó. Los asientos de la C15 eran especialmente incómodos, y su volante original de un solo brazo muy desconcertante.
Se presentaba el nuevo modelo con evidentes mejoras, pero con un peso y sobre todo un precio superiores. Además, muchos usuarios se habían acostumbrado a la escasa necesidad de cuidados de la C15 y el nuevo parecía mas un delicado turismo.

Por fin llegamos a la parte estética. ¿Cómo se diseña cuando es obligado hacer una ruptura conceptual y estética total, pero se desea mantener el nivel de éxito? Aparte, ya lo dije antes, en este momento había muchos y mejor preparados rivales.
El primer éxito fue la idea de solapar las producciones de ambos modelos. Así uno era el barato y el otro “el lujoso”. Esta hábil maniobra facilitó el cambio, pero se debía crear una imagen de marca a pesar de la ruptura, y lo lograron. Desde mi punto de vista de modo magistral.
Este trabajo nació a raíz de la observación de que había algo en el lenguaje de ambas que las hacía familiares. Era totalmente nueva y sin embargo parecía conocida ¿Cómo?¿Qué dice la forma? ¿Qué me dicen los ojos?
Lo primero que vemos es que hay una estética basada en la división de zonas mediante una cruz central. Esto se observa tanto de costado como desde atrás.
El volumen general es similar y su línea suelo está inclinada elevándose algo por atrás. En ambas la cruz lateral divide la zona de carga. El mástil vertical se ve ancho y la línea horizontal se mantiene baja y mas destacada para mejorar la fluidez visual.



El marcado vierteaguas de la C15 se simula en la Berlingo con una moldura en la parte superior de la puerta. La línea es deliberadamente oscura, como una traza de lápiz y no continúa por la caja como veremos mas tarde.. La ruptura entre volúmenes de la C15 producía, mediante un volumen curvo, una línea vertical de luz suave que detenía la vista un instante. En el nuevo se recrea generando un nuevo interés con el llamativo tirador, el corte o "Franquicia" de la puerta y las curvas opuestas de la ventanilla lateral y la trasera. Observar que la franquicia de la puerta se interna innecesariamente en el techo. Es parte del truco. La inclinación hacia atrás de la parte alta de la ventanilla delantera es uno de los detalles que crean marca, pues viene desde el 2Cv. En el pilar B, ambas ventanas se encuentran con la horizontalidad mediante curvas suaves, refiriendo a la memoria la curvatura del volumen en la C15. La cerradura también se independiza del tirador para con su forma circular atraer la vista un poco mas hacia esta zona. Esta escenificación del pilar B y el disimulo del C crean el efecto de verticalidad y separación de zonas buscado. Pasadas varias generaciones, esta zona se ha convertido en seña de identidad de este modelo.
Otro hándicap era la diferencia de altura entre el techo de la cabina de conducción y la caja en la C15. Para resolverlo, en la Berlingo emplean otro truco visual controlando la dureza del reflejo de luz. Así, sobre las plazas delanteras, el encuentro con el techo es de un amplio radio difuminando la luz. Lo que en la C15 era el vierteaguas se recuerda con la linea marcada por la franquicia de la puerta, despistando la atención del auténtico bombeado del techo de la parte delantera. Mas atrás de la vertical marcada por la cruz, el juego se invierte, ganando protagonismo la línea real de encuentro entre el costado y el techo y perdiéndolo el vierteaguas, que continúa como una moldura de luces suaves. La ventana lateral y el pilar C escondido ayudan a robarle protagonismo a esa línea y refuerza la idea de panel continuo hasta arriba..

La cintura del costado, que en la C15 se enfatizaba con un plástico negro para conseguir destacar sobre la vertical y lograr fluidez al conjunto, se convierte en la Berlingo en un recurso estilístico mas discreto aunque de gran personalidad. Un embutido longitudinal crea una sombra suave y a continuación una luz mas suave aún y casi cuatro veces mas ancha que la sombra. Esta luz mantiene la vista a la altura del tirador dejando la parte baja del costado en penumbra por comparación, exactamente como la banda de plástico negro hacía en la C15 para disimular, en un caso, la rotunda esquina baja de la caja (Frecuentemente abollada y sucia) y en el otro disimular precisamente que esa esquina ya no está.
Esta moldura longitudinal y su juego luz/sombra mantienen la parte horizontal de la cruz aunque las defensas laterales se camuflen pintándolas del color de la carrocería, detalle que refiere a los turismos y crea mayor sensación de lujo. En las versiones en las que no se pintaban, el efecto de cintura baja es idéntico al de la C15, solo que esta vez la moldura negra se interrumpe por el paso de rueda trasero en vez de pasar por encima.
Las formas de los pasos de rueda nos refieren al juego de la furgoneta sustituida. el delantero, que en la C15 estaba enmarcado por un paragolpes protector necesariamente negro y circular pasa a ser ligeramente alargado y sin el plástico, pero con un gran espacio hasta la rueda que agranda ópticamente esta. En versiones posteriores volvió a ser redondo. El trasero se alinea casi con la parte superior del paragolpes trasero, interrumpiendo el lateral pero manteniendo un alargamiento en referencia al corte recto que limitaba el de la C15. Ambas presentaban el interior de los pasos de rueda oscuro como es habitual en los coches europeos y en ambas el juego entre paragolpes y cortes de pasos de ruedas enfatiza la mayor altura de la carrocería por atrás en referencia a su capacidad de carga. algo así como "Todavía puede con mas".
La ubicación y forma de las luces traseras es muy similar en ambos vehículos. La gran altura del capó y el abombamiento de la aleta delantera hacen ver las ruedas mas pequeñas, recordando también al modelo viejo, en el que el intento era el contrario, disimular el pequeño tamaño de sus ruedas mediante un arco negro en la de delante y un cierto ocultamiento de la trasera enfatizado por una delgada línea de chapa entre el hueco y la defensa longitudinal. El capó elevado permite mas holgura al motor y se ha convertido en símbolo de las furgonetas Europeas que ya no comparten la frontal con los turismos de los que derivan.

El encuentro de las puertas traseras con el lateral y el techo tienen un tratamiento similar en cuanto a lo óptico, si bien las piezas son totalmente diferentes. En ambos casos lo que vemos es una curva que da paso a la cola truncada, pero en la C15 esa esquina vertical era columna estructural (Pilar D), y por lo tanto cualquier golpe era difícil de reparar, mientras en la Berlingo forma parte de la puerta, mejorando además el tamaño de la boca de carga. Las bisagras vistas en ambas también crean aire de familia.
En la vista desde atrás, ambas muestran también la división mediante una cruz. En ambos casos existió una versión con portón único y cristal corrido de un lado al otro. En la C15 se abría de lado y en la Berlingo, mas moderna y alta, hacia arriba.




La barra horizontal de la cruz se presenta baja pero no tanto como en el costado. Un dato estilístico poco observado es que en la primera Berlingo estaba cubierto de un plástico negro sobre el que se situaban los logos, a diferencia de la versión fabricada para Peugeot. En la C15 esta barra se forma por las molduras dejando unas zonas embutidas en la parte baja casi cuadradas obligando a usar la matrícula estrecha.
Vistos desde atrás, los faros rectangulares son una continuación en vertical de las esquinas del paragolpes que cruza como un estrecho bigote la parte debajo de las puertas y se eleva un poco en los costados. Señalar que en la C15 era una auténtica barra de metal rematada en los extremos por sendas piezas plásticas. Este metal era particularmente del agrado de quienes querían cargar elementos resbalándolos sobre el parachoques. Los plásticos de la época nunca habrían resistido y es herencia directa del 2Cv.
La forma del volumen de la carrocería desde atrás es muy similar y también se ven las ruedas situadas en los extremos traseros.



Desde el punto de vista de los análisis clásicos de vehículos, y tomando ese estándar proporcional que es el tamaño de rueda, podemos ver que la Berlingo es apreciablemente mas corta de batalla que la C 15 aunque igual de alta y con la misma posición de la cabina respecto al eje delantero. todo ello tiene sus porqués. La C 15 era muy ligera y realmente una batalla larga era necesaria para mantener la estabilidad a gran velocidad. Aparte permitía una zona de carga excelente al retirar las ruedas al extremo trasero. En la Berlingo se jugaba con otros motores y equipamientos que la acercaban al comportamiento de un turismo y por tanto la batalla más corta mejora la maniobrabilidad en zonas estrechas, aparte de la mejora de la aerodinámica que también la estabiliza.
Uno de los grandes aciertos de la Berlingo fue el presentar una frontal totalmente nueva contra la nunca agraciada de la C15.
También el interior era totalmente nuevo, por suerte, aunque perdió una curiosa bandeja con luz en la parte baja del tablero que resultaba especialmente útil para que el acompañante pudiera consultar mapas sin molestar la visión del conductor pero que podría costarle las rodillas en caso de impacto.
Por fin se trataba de un interior y unos asientos modernos, a la altura de un turismo y, dado que en muchos casos sería el vehículo único de muchos pequeños empresarios, la habitabilidad para la familia se cuidó especialmente y se escenificó comercialmente la nueva política respecto a estos interiores con la posibilidad de techos acristalados y un conjunto de compartimentos y utilidades en un techo interior opcional realmente novedoso. Se presentaron variantes por encargo en varios salones del automovil que enfatizaban la dimensión de vehículo familiar apto para la aventura y el ocio.
La calidad homogénea en piezas se mantuvo aunque sin renunciar a los nuevos tiempos. Ahora los espejos exteriores por fin eran de plástico aunque robustos y de gran tamaño.
Las distintas generaciones y variantes de la Berlingo ya contaban con elementos estilísticos derivados de este lenguaje nuevo que se creó para la primera. Aún así, la referencia a la C15 se mantiene vigente aunque cada vez mas difuminada. La siguiente generación de frontal ya es propia totalmente del proyecto Berlingo integrado naturalmente en estrategias de gama. Su principal referencia es a redondear un producto de por si muy bien trazado y mejorar la calidad de una parrilla frecuentemente desencajada. Tanto es así que el agrandamiento de los faros y la gran altura del vano motor se fueron convirtiendo en símbolo de la gama de comerciales incluso en sus rivales y se emparentaban con los furgones de mayor tamaño.

Como consecuencia del solapamiento comercial de las dos furgonetas Citroën acabó considerándolas complementarias, por lo que la auténtica sustitución de la C15 se considera que es la Nemo y por lo que la Berlingo se ha aumentado de tamaño en las últimas revisiones.

Autoría fotografías:


  • C15 lateral con Oveja: http://assets.blog.hemmings.com/wp-content/uploads//2014/09/8196928609_37419d1e08_o.jpg
  • C15 3/4 traseros: By BarnCas (Own work) [CC BY-SA 3.0 (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0)], via Wikimedia Commons
  • Berlingo gris: http://media.tumblr.com/e7686fc7e041ab98798724c18ffe913a/tumblr_inline_nepuc8oUN91r8yclo.jpg
  • Berlingo azul: http://www.buckinghamvancentre.com/vans_for_sale_bucks/master/IMG_1354.JPG
  • Todas las fotografías editadas por el autor.

1 comentario:

  1. No estoy de acuerdo en que la c 15 tenga asientos malos ni frenos duros, los asientos son comodos son blandos ya que son muy altos aunque el furgon sea bajo, es facil de reparar ya que no tiene turbo ni intercooler, ni muchos sensores, es basica y eso la.convierte en la mejor furgoneta para trabajo. Duradera de motor y de bomba, buena capacidad y cargada con 700 kilos anda mejor. Saludos

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