Hoy traigo una pieza un poco
personal.
Como diseñador siempre estoy
atento a la detección de problemas y sus posibles soluciones.
Me gusta tomar miel en el
desayuno, pero resulta casi imposible de manipular sin mancharse. Desde los
artesanos a las grandes empresas siempre se han propuesto muchas ideas para solucionar
este punto.
En los últimos años ha aparecido
un gran avance a mi entender, la válvula
que corta el flujo de miel al retraerse. A falta de un nombre mejor, yo le llamo
coloquialmente “Válvula de culo de mosca” ya que es el sistema que usan muchos
insectos para funciones como depositar sus huevos en una hoja.
El problema está resuelto, pero
solo a medias. La miel realmente pura se solidifica antes o después y el mejor
método para licuarla es con el método conocido como Baño María. Aquí está el
problema, que los recipientes dotados de esta válvula no pueden calentarse así.
Por ello, el almacenamiento idóneo
de la miel sigue siendo en tarro de vidrio pero es más utilizable en la mesa el
de plástico con válvula. La posible mejora estará en la forma de transferir la
miel de uno a otro recipiente.
Y aquí el invento. Una tapa para el
tarro que incorpora una canalización para verter el contenido. Esta
canalización se remata con un filo para que corte la última gota. Una gran
entrada da aire evita borboteos y toda
la tapa se puede fabricar en una impresora 3D. En mi caso empleé un
Bio-plástico (PLA) ya que funciona perfectamente por debajo de los 60 grados y
mantiene la idea de ecología que subyace en todo aquel que valora la miel
natural.
Tras varias pruebas decidí dejar
la cara interior plana pues sale una superficie mas limpiable y mucho mas fácil
de imprimir. Pese a la superficie irregular debida al proceso de impresión, me
sorprendió lo poco que la miel se pega a este material.
El prototipo funcionó
perfectamente. Una vez traspasada la miel al bote “de mesa” reponemos la tapa
original en el tarro “de almacenamiento” y se lava y guarda la tapa de verter.
La mejora que cabe es incorporar un sello de goma al fondo de la rosca. No
llegó a salirse la miel pero la rosca podría haber quedado mas limpia. Cuando tengo hilo de material flexible tengo
que probarlo.
Una vez realizada, resulta obvio
que la misma tapa puede ser útil para verter otros productos, arroz, harinas,
etc.